Con motivo del 150 aniversario del nacimiento de SAN LUIS ORIONE el Santo Padre, Francisco, ha concedido a la familia orionista la posibilidad de obtener la INDULGENCIA PLENARIA desde el 12 de marzo de 2022 hasta el 29 de agosto de este mismo año. Podríamos decir que es un “regalo de gracia” de la Iglesia a nuestra familia carismática por este aniversario. Pero…
¿Qué es la indulgencia plenaria, qué significa?
El Espíritu Santo, a través de Su Iglesia, da a los cristianos, herramientas para alcanzar el Cielo. Una de ellas es la Indulgencia plenaria.
Los antecedentes de la indulgencia plenaria se remontar hasta el siglo III. Pero hoy en día poco tienen que ver con las prácticas realizadas en el cristianismo antiguo. Aunque si conserva, interés teológico e histórico. Desde el año 1983 el Código de derecho canónico (c. 992) y el Catecismo de la Iglesia católica (n. 1471), definen así la indulgencia:
“La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”.
Significado de indulgencia plenaria
Cuando un cristiano comete un pecado y se arrepiente, Dios perdona sus pecados, por medio del sacramento de la confesión. Aun así, queda una responsabilidad pendiente por las consecuencias que el pecado haya tenido para la misma persona o para otras, o incluso para la sociedad en general. Esta consecuencia se llama, pena temporal y es una deuda que persiste y que hay que pagar ya sea en esta vida o en el Purgatorio. Se llama indulgencia plenaria porque suprime plenamente esta pena temporal por los pecados cometidos y confesados hasta ese momento.
Diferencia entre indulgencia plenaria e indulgencia parcial
Se puede reducir, la pena temporal, mediante la realización de buenas obras, la oración, la aceptación cristiana del sufrimiento y la recepción de la indulgencia, que puede ser parcial o plenaria. La Indulgencia plenaria le ofrece al pecador arrepentido y confesado el beneficio de eliminar totalmente la deuda que haya tenido durante su vida en este mundo hasta ese momento. Esta, suprime plenamente la pena que se debe pagar por los pecados cometidos y confesados hasta ese momento. De no existir la indulgencia plenaria, esta pena, se pagaría solo de dos formas: con los sufrimientos y obras buenas de esta vida o con un tiempo en el purgatorio.
Por otro lado, la indulgencia parcial elimina la pena temporal en forma parcial. La obtenemos muy a menudo. Al darnos la bendición; al rezar el Ángelus, el Magníficat; al visitar al santísimo por un rato; al rezar el Credo; al hacer un examen de conciencia; al pedir por los muertos.
A lo largo del tiempo, la Iglesia, ha determinado distintas formas para alcanzar la indulgencia plenaria. Hay algunas que se pueden hacer en cualquier momento: media hora de adoración frente al Santísimo, rezar el Vía Crucis, rezar el rosario en familia o en comunidad, leer la Biblia.
Diferencia entre la indulgencia plenaria y la absolución del sacramento de la confesión
Hay que distinguir entre culpa y pena. Cuando pecamos, es decir, cuando obramos mal contra Dios, la Iglesia, nosotros mismos o/y contra los demás, la culpa es nuestra responsabilidad. La pena, en cambio, es la consecuencia que tiene ese pecado. En la confesión, Dios borra la culpa de nuestros pecados y parte de la pena que deberíamos cumplir tras la muerte. A lo largo de la vida y dependiendo de nuestros pecados, siempre queda una parte de la pena por expiar, esa pena que no se puede borrar con la confesión.
Cómo ganar indulgencia plenaria (Requisitos habituales)
Se puede recibir una indulgencia plenaria al día y pedirla por tu alma o por un difunto.
Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
Recibir el sacramento de la confesión, 20 días antes o 20 días después.
Comulgar, como demostración de un renovado compromiso con Jesús y preferentemente en Misa.
Orar por las intenciones del Papa. Rezando con devoción verdadera alguna oración preferentemente el Credo y el Padre Nuestro.
¿Cómo ganarla para los difuntos?
La Iglesia también permite a los católicos ganar una indulgencia plenaria para las almas familiares o seres queridos que se encuentran en el purgatorio. Puedes ofrecer por un difunto siguiendo los siguientes pasos:
El 2 de noviembre, día de Conmemoración a los Fieles Difuntos, se visita piadosamente una iglesia o un oratorio. Durante esta visita se debe rezar el Credo y un Padre Nuestro. A mayores, se debe formular la intención de querer evitar cualquier pecado venial o mortal.
Es necesario confesarse, recibir la Santa Comunión y rezar un Padre Nuestro y un Ave María por las intenciones del Papa.
Estas condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de la fiesta de Los Difuntos, pero es conveniente que la Comunión y la oración por las intenciones del Papa se realicen el mismo día.
No puedes ofrecer tu indulgencia por alguien que aún vive, aun estando enfermo, pues su tiempo no ha acabado.
Ocasiones especiales que señala el Papa
También hay Indulgencias plenarias para momentos específicos como sucedió en el año de la fe, donde se podía visitar una Basílica Papal y visitar un baptisterio o el año jubilar de la misericordia, donde al realizar obras de piedad, misericordia o penitencia se ganaba una indulgencia. Hoy, por ejemplo siguen en vigencia tres modos de obtener la Indulgencia Plenaria con ocasión del COVID-19 para los enfermos y sus cuidadores.
¿Cómo ganar la Indulgencia Plenaria en el año santo orionista?
Dice textualmente el decreto: “…en ocasión de las solemnes celebraciones en honor de San Luis Orione, fundador de la Pequeña Obra, sirviéndose de los celestiales tesoros de la Iglesia, concede benignamente la indulgencia plenaria desde el día 12 de marzo hasta el día 29 de agosto del 2022, con las habituales condiciones (Confesión sacramental, Comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice) a los fieles verdaderamente penitentes e impulsados por la caridad, indulgencia que pueden aplicar, a modo de sufragio, también a las almas de los fieles que están en el Purgatorio, si visitarán en peregrinación una iglesia de los Padre y de las Hermanas de la Obra de la Divina Providencia, en cualquier lugar, y que participarán devotamente a las celebraciones jubilares, o al menos se detendrán por un largo tiempo ante el cuerpo de San Luis Orione con piadosas aspiraciones concluyendo con la Oración del Señor, con el símbolo de la fe y con la invocación a la Beata Virgen María y a San Luis Orione.
Y la obtención de la Indulgencia Plenaria para los enfermos desde sus casas
Dice textualmente el decreto: “Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que, por cualquier motivo, no pueden salir de casa podrán igualmente lucrar la misma indulgencia, con el firme propósito de rechazar todo pecado y con la intención de cumplir, apenas sea posible, las tres habituales condiciones si, ante una imagen de San Luis Orione se unirán espiritualmente a las celebraciones jubilares ofreciendo oraciones, los propios sufrimientos y las dificultades de la propia vida a Dios misericordioso”.
En nuestras manos está acoger este regalo de gracia con humildad y sencillez que la Iglesia y el Papa nos ofrecen en este 150 aniversario del nacimiento de nuestro querido Santo Fundador, San Luis Orione. ¡Dios les bendiga!
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