Desde hace un tiempo, el Pequeño Cottolengo de Cerrillos recibe unos visitantes especiales. Son los perritos de la "Fundación Tregua" que comparten de forma directa y cercana con nuestros residentes a través de distintas actividades terapéuticas, de inclusión y socialización.
En la lengua mapuche «Tregua» o «Trewa» significa perro. Así mismo en lengua española «tregua» es un pacto de no agresión, por lo que es una combinación perfecta para describir el trabajo que estos perritos y los profesiones de distintas disciplinas que los acompañan, desempeñan en instituciones como la nuestra.
Esta institución tiene la misión de mejorar las posibilidades de inclusión en la sociedad de personas en situación de discapacidad y/o insertas en contextos vulnerables, incorporando perros de terapia, especialmente seleccionados y entrenados, en procesos de rehabilitación y educación.
En particular en el Pequeño Cottolengo de Cerrillos se integran con el área de rehabilitación, siendo parte de distintas acciones y trabajos terapéuticos, de estimulación y también de socialización.
De esta manera, estos canes realizan actividades que van desde ayudar a trabajar la motricidad de nuestros residentes, hasta simplemente acompañar a aquellos con movilidad reducida y simplemente dejarse acariciar y pasar el rato con ellos.
Por la forma en que han sido criados y educados, estos amigos peludos tienen un comportamientos sumamente dócil y amigable, lo que es un requisito fundamental para trabajar con residentes como los nuestros, que en ocasiones y sin querer, son un impredecibles en sus movimientos o en la fuerza con la que manipulan los objetos.
Esa es la razón por la que nos alegra tanto su visita regular en nuestros hogares y que deseábamos compartirles respecto al tremendo trabajo que realiza esta fundación.
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