Celebramos la Solemnidad de María Madre de la Divina Providencia, patrona de nuestra congregación

La Familia Orionista en Chile, en comunión con toda la Congregación a nivel mundial, celebra con profundo gozo la solemnidad de María, Madre de la Divina Providencia, patrona principal de la Pequeña Obra de la Divina Providencia fundada por San Luis Orione. En esta jornada, elevamos nuestra gratitud a Dios y renovamos la confianza en la intercesión materna de la Virgen, modelo de abandono confiado y guía segura en el camino de la caridad.

La Providencia de Dios —Padre, Hijo y Espíritu Santo— es el amor divino que sostiene la creación, acompaña la historia y se inclina con preferencia hacia los pequeños, los pobres y los que sufren. No es un destino impersonal, sino la acción viva de Dios manifestada en Jesucristo y actualizada hoy por la gracia del Espíritu Santo, que continúa obrando en la Iglesia a través de signos, obras y mediaciones como la Santa Madre de Dios.

El título de Madre de la Divina Providencia tiene sus raíces en Roma, donde en 1732 se expuso la célebre imagen de María con el Niño en la iglesia de los Santos Blas y Carlos. En 1744, el papa Benedicto XIV instituyó su celebración anual, dando un impulso decisivo a esta devoción que, con el pasar de los años, creció gracias al surgimiento de cofradías y a la difusión realizada por los Padres Barnabitas mediante altares, capillas, iglesias y obras

educativas dedicadas a esta advocación.

San Luis Orione abrazó profundamente esta tradición al reconocer en María a la Madre que cuida con ternura a los pequeños. A ella confió sus obras de caridad, los Pequeños Cottolengos, las casas de acogida y toda la misión orientada a los más pobres. Para Don Orione, María es la presencia maternal que sostiene, anima y señala el camino de la caridad perfecta.

La Santa Sede autorizó incluir esta solemnidad en el calendario propio de la Congregación el 13 de diciembre de 1948. Posteriormente, el 29 de septiembre de 1961, fue proclamada patrona principal de los Hijos de la Divina Providencia. La misa propia fue aprobada el 2 de febrero de 1972, fijando su celebración en el 20 de noviembre; y el Oficio Divino fue aprobado el 27 de enero de 1977, integrando plenamente esta fiesta en la vida litúrgica orionista.

En esta solemnidad, la Obra Don Orione en Chile —unida fraternalmente a las comunidades orionistas de los cinco continentes— invita a la Iglesia a volver la mirada a María, Madre de la Divina Providencia, para redescubrir en ella el rostro cercano y paterno de Dios que cuida de sus hijos. Que su ejemplo y el carisma de San Luis Orione sigan inspirándonos para traducir nuestra confianza en la Providencia en gestos concretos de amor, servicio y esperanza para los más necesitados.

¡Ave María y adelante!