Hace un par de días nos alegrábamos por su cumpleaños número 99 y agradecíamos al Señor por el don de su vida, entregada al servicio de los más frágiles de forma fiel y sacrificada. Hoy, tristes pero con fe y esperanza, recibimos la noticia de la pascua de la hermana María Nazarena y expresamos nuestro pesar y las sentidas condolencias a todas las Pequeñas hermanas misioneras de la Caridad, confiando en que el alma de nuestra querida hermana, descansa en los brazos del Señor luego de una larga vida, entregada al servicio y a la caridad. Ofrecemos nuestra oración por el descanso eterno de la hermana y también por el consuelo de los suyos, aquellos que en vida la amaron y acompañaron, especialmente por sus hermanas de comunidad, que durante estos últimos años la cuidaron y amaron fraternalmente.