Ya han pasado casi 11 meses desde el incendio que afectó a la comunidad de Rancagua, el cual destruyó la sacristía y parte del templo. A pesar de la tristeza por lo ocurrido, inmediatamente se comenzó a trabajar por la reconstrucción, para lo cual la comunidad realizó distintas actividades como venta de bonos, bingos, rifas, etc. Con el apoyo de todos, de privados y de la congregación las obras comenzaron y fueron entregadas este domingo.
En una ceremonia especial, el obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic, volvió a consagrar el templo. En la Eucaristía también estuvieron presentes padre Giacomo Valenza, párroco de la comunidad, padre Felipe Valenzuela, Superior Viceprovincial, padre Álvaro Olivares y padre Juan Miguel Sánchez, ambos de la comunidad de Rancagua, y padre Antonio Casarín de Santiago. Algunos representantes de las otras comunidades orionistas también asistieron a la celebración para compartir este momento tan significativo para Rancagua, el comienzo de una nueva etapa en su historia.
Durante la Eucaristía se realizaron algunos signos importantes destacando la parroquia como un lugar de culto. Monseñor Goic, recordando una experiencia similar vivida por él, durante la homilía expresaba que este tipo de tragedias, como es un incendio, puede ayudar a fortalecer a toda la comunidad. Esto es justamente lo que ha sucedido en Rancagua, la comunidad desde un comienzo se unió y trabajó para recuperar lo perdido.
Al finalizar la ceremonia los asistentes compartieron un pequeño banquete preparado por la comunidad en el jardín de la parroquia, celebrando con alegría la reapertura del templo.