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  • Por Anto Bravo y Sebastián Sarmiento

¿Qué hace el chileno frente a un inmigrante?

En el Encuentro Nacional de Animadores Pastorales Orionistas 2017 (ENAPO) los agentes pastorales de las distintas comunidades reflexionaron acerca de diversos fenómenos sociales desde una óptica cristiana y orionista. Uno de esos fenómenos es la llegada de inmigrantes a nuestro país en busca de nuevas oportunidades. En ocasiones, la falta de comprensión puede provocar dificultades a la hora de convivir con esta nueva realidad. Dejamos a continuación la reflexión de dos de nuestros agentes pastorales acerca de este tema.



La inmigración en Chile cada vez va en aumento y, generalmente los chilenos ven esto de manera negativa. Son tantas las personas que llegan a nuestro país cada año que muchos chilenos temen que ellos les resten oportunidades de trabajo, por ejemplo, pero lo que ellos no se preguntan es el porqué estas personas emigran de su país para venir al nuestro, muchos compatriotas solo piensan en sí mismos, y no logran ver más allá, no ven los problemas de los inmigrantes.


Desde mi punto de vista como cristiana reconozco y comprendo que las personas inmigrantes llegan a nuestro país por necesidades, tanto de ellos como de sus familias, que buscan nuevas oportunidades para mejorar sus vidas, lo que no todos logran comprender. Todos somos hermanos ante la mirada de Dios, todos tenemos derecho a buscar una mejor calidad de vida para nosotros y nuestras familias.


Por eso, debemos tratarnos como hermanos, empezar a comprender por qué emigran de sus países y acogerlos como hermanos en el nuestro.

Por Anto Bravo Torres




En Chile ha habido un aumento en el fenómeno de la inmigración y en el descontento social generado entre la población por ello.


Para hacer frente a esta situación, en primer lugar, creo que es necesario entender que todos somos hermanos. A partir de esto podemos mirar el país como un espacio donde todos tengamos la oportunidad de convivir de manera igualitaria. Lo que queremos lograr es una aceptación y esta se obtiene rompiendo las ataduras del miedo que la gente comúnmente siente frente a personas que a primera vista parecen muy distintas a uno, por ejemplo por ser una persona de color. En segundo lugar, hay que entender que estas personas tienen necesidades materiales como vivienda y medios para subsistir, y en la mayoría de los casos necesidades emocionales que nacen a partir del maltrato o rechazo que lamentablemente han recibido en nuestro país. Para dejar de crear odios y rechazo debemos comprender que las personas dejan su país por necesidad, porque buscan una vida mejor.


No podemos olvidar que son personas a las que se le hace difícil dejar su país y llegar a otro, evidentemente deben sentirse solos, deben tener problemas para adaptarse, añadiendo a esto un problema mayor, el del rechazo y las pocas oportunidades, y todo por miedo “cliché” que sentimos frente a alguien distinto.


Lo que yo creo que se puede hacer es la formación de una fundación de ayuda inmediata a los inmigrantes recién llegados a nuestro país, ofreciendo ayuda psicológica y mantenimiento.


Otra manera al alcance de todos sería acercarse a ellos, conversar, convivir, crear lazos, para mostrarle a la sociedad que no hay que temer.


Por Sebastián Sarmiento Vargas

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