Anuncio de un AÑO VOCACIONAL ORIONISTA
El mes de marzo pasado, nuestro Superior General, Don Tarcisio Vieira, en una carta a los religiosos (escrita desde Chile) con motivo del “dies natalis” de Don Orione (12 de marzo), nos anunciaba un año vocacional orionista. Dejamos acá el texto traducido. Creemos que no tiene desperdicio y sin duda animará nuestros trabajos en la promoción vocacional. Los subrayados son nuestros.
“El primer trabajo son las vocaciones”
Querido hermano, Hijo de la Divina Providencia,
“¡Bendigo al Señor que te llama a hacer Vida Religiosa conmigo en esta humilde Congregación de su Divina Providencia!”.
Son palabras que Don Orione dirigía a un aspirante (cfr. Scr. 42, 165) en una carta de fecha incierta y, precisamente por su intemporalidad, resulta un saludo que sigue resonando en nuestros tiempos y en nuestro corazón. Lo debemos sentir de esta manera: como dirigido a cada uno de nosotros. Incesantemente, Don Orione se goza en el Señor por el don de las vocaciones de sus hijos y miembros de su familia religiosa.
Es justo por tanto atribuirle el título de “Padre de las Vocaciones” a Don Orione, de quien celebramos hoy, 12 de marzo, el 81 aniversario de su “dies natalis”. En cierto modo fue él mismo quien lo dijo: “Tengo pocas ambiciones, pero ésta sí la tengo: quiero ser llamado el cura de las vocaciones.” (cfr. Papasogli, Vita di Don Orione, p. 365). Más adecuado aún sería decir “Padre de las Vocaciones Pobres”, conforme a su deseo: la Congregación “está lista para aceptar muchachos pobres, siempre y cuando sean una buena esperanza para la Iglesia.” (cfr. Carta del 15/08/1927). Aquí en Chile, donde estoy de visita, he escuchado la enésima historia que lo confirma… alguien que, pensando en hacerse cura, estaba destinado a otro lugar, pero por causa de las condiciones económicas pobres de la familia, encontró acogida sólo en Don Orione.
Conocemos bien cómo la promoción de las vocaciones estaba en el corazón de nuestro Padre. Es como una repetición responsorial: ¡El cuidado de las vocaciones estaba en el corazón de nuestro Padre! En cada apartado de su vida, puede ir repitiéndose. Un entusiasmo que él concretamente expresaba así: “Por las vocaciones de los muchachos pobres ¡cuánto hay que caminar! ¡He subido por tantas escaleras! ¡He llamado a tantas puertas! Y Dios me llevaba adelante como un trapo suyo. He sufrido hambre, sed y humillaciones de las más dolorosas: y, sin embargo, ¡me parecían “biscottini” (galletas) de Dios! Me llené de muchas deudas; pero la Divina Providencia no me ha dejado nunca caer del todo. Y desearía tener la gran gracia, si Jesús quisiera concedérmela, por las vocaciones, de ir mendigando el pan hasta el último día de mi vida.” (De la circular para la “Colecta de las Vocaciones, 15/08/1927).
En el próximo año 2022, el 23 de junio, festejaremos los 150 años del nacimiento de Don Orione y nosotros, miembros del Consejo General, hemos pensado que el mejor modo para celebrar este aniversario es darle un sentido y contenido vocacional. Es por ello por lo que hoy, 12 de marzo, también en nombre de mi Consejo, anuncio y convoco para toda la Congregación la realización del AÑO VOCACIONAL ORIONISTA a celebrarse desde el 23 de junio de 2021 hasta el 23 de junio de 2022.
Tendremos ciertamente otros eventos para festejar los 150 años del nacimiento del Padre; para este objetivo está organizándose una comisión a propósito que implicará a representantes de las Pequeñas Misioneras de la Caridad, del Movimiento Laical Orionista, de la Diócesis de Tortona y también de la Parroquia de Pontecurone. Pero sin duda, creo que el evento más importante para nosotros será justamente el Año Vocacional, tanto porque nos acompañará durante todo el año jubilar (2021 – 23 de junio – 2022), como porque el “regalo de cumpleaños” más esperado del festejado es sin duda el de un evento que pueda suscitar “¡obreros y buenos obreros para los vastos campos de la fe y de la caridad!”.
La decisión del Consejo General se ha inspirado en una iniciativa de la Provincia “Nossa
Senhora de Fatima” -Brasil Norte- que pretende alcanzar algunos objetivos específicos, como dar un nuevo impulso al Servicio de la Animación Vocacional, promover la formación de los religiosos en el área de la animación vocacional, reforzar o implementar la Pastoral Vocacional en las parroquias orionistas, dar contenido vocacional a los eventos y actividades del año pastoral, fortalecer el Movimiento Juvenil y Vocacional en las parroquias y, en fin, sostener las iniciativas de oración por las vocaciones.
Es importante decir que, aun siendo convocado por el Consejo General, la iniciativa será llevada adelante por los Directores Provinciales y sus Consejos. Es un empeño que les pido a ellos porque en lo específico de sus propias realidades están en mejor posición para elaborar objetivos adecuados y organizar una programación que implique a las comunidades de las Provincias y a los religiosos. Para dar concreción a esta orientación, pido a los Directores Provinciales que, desde el mes de abril próximo, en todas las reuniones del Consejo Provincial haya una voz sobre el Año Vocacional Orionista para informar, programar y valorar la realización del evento. Por su parte el Consejo General, acompañando las Actas de los Consejos podrá intervenir con sugerencias específicas, promover el compartir la información entre las Provincias y proponer actividades para toda la Congregación. Quiero dejar bien claro que todos los Consejos Provinciales están llamados a iniciar desde ahora mismo la programación requerida. También aquellos que están para terminando su trienio: pueden programar alguna cosa, realizarlo y dejarlo en parte como herencia.
Vale la pena, en nombre de Don Orione, hacer un esfuerzo conjunto que motive a todas las Provincias, las Comunidades y los religiosos, a rezar, reflexionar y programar acciones concretas por las vocaciones. Diría Don Orione: “Sembremos con el corazón lleno de amor y de esperanza, que algún fruto recogeremos. Una parte de la semilla se perderá – habrá infieles – pero otra dará el sesenta, el ochenta y el ciento por cien. En fin, nosotros trabajamos por la gloria de Dios y Él no nos pagará en proporción sobre el número de las vocaciones conseguidas, sino de aquellas que han sido buscadas y estudiadamente cultivadas. Por tanto, ¡manos a la obra!” (De una conversación con sus religiosos, en Campocroce, el 29 de julio de 1924).
Coraje, por tanto, queridos hermanos. Nos estamos preparando a una fiesta, el gozo de ser hijos de tal santo sea la columna vertebral de todas nuestras actividades y la clave del éxito de nuestro trabajo de promoción.
Fraternamente,
P. Tarcisio G. Vieira
Superior General
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