Durante varias semanas, el Gimnasio Municipal de Quinta de Tilcoco fue el escenario de intensas jornadas deportivas, donde el Pequeño Cottolengo de Rancagua tuvo una destacada participación en la Liga de Boccias, un campeonato que reúne a equipos de diversas comunas de la región de O'Higgins. En cada fecha, los participantes, entre ellos los residentes de esta importante institución, han demostrado no solo destreza, sino también un gran espíritu de camaradería y pasión por este deporte inclusivo.
La Liga de Boccias, que se ha jugado en distintas fechas, ha contado con la participación de equipos de Requínoa, Pichidegua, Machalí, Olivar, Coinco, Quinta de Tilcoco, y, por supuesto, el Pequeño Cottolengo de Rancagua, quienes se han enfrentado en emocionantes partidas llenas de tensión y estrategia. El evento no solo ha sido un espectáculo deportivo, sino también una clara demostración de cómo el deporte puede ser un puente hacia la inclusión y la superación personal.
¿Qué es la Boccia?
La boccia es un deporte paralímpico de precisión que se juega sobre una cancha rectangular, similar a la petanca, pero con una dinámica que requiere habilidades de control motor y concentración. El objetivo del juego es lanzar bolas de colores hacia una bola blanca, llamada "jack", buscando que las bolas del equipo queden lo más cerca posible de este. Se juega individualmente o por equipos, y es especialmente popular entre personas con discapacidad física, ya que permite un alto grado de adaptabilidad.
En este contexto, los residentes del Pequeño Cottolengo no solo compiten, sino que también tienen clases regulares de boccias como parte de su programa de rehabilitación, que se realiza en conjunto con el equipo de profesionales del Instituto Nacional de Deportes (IND). Esta iniciativa es un reflejo de la importancia de ofrecer espacios inclusivos donde las personas con discapacidad puedan desarrollar sus habilidades físicas y sociales, disfrutar de la competencia y, sobre todo, integrarse a la comunidad.
La participación del Pequeño Cottolengo de Rancagua en esta liga no es solo un acto deportivo, sino también un claro ejemplo de cómo el deporte puede ser un motor de inclusión. En cada jornada, sus residentes han demostrado que la discapacidad no es un impedimento para alcanzar logros, sino una oportunidad para mostrar que todos pueden ser parte del juego, independientemente de las barreras que enfrenten.
La Liga de Boccias de Quinta de Tilcoco no solo ha sido una competencia de destrezas, sino también una fiesta de integración y respeto por la diversidad. Gracias a esta liga, personas de todas las edades y con diferentes capacidades han tenido la oportunidad de compartir, aprender y crecer juntos, demostrando que la verdadera victoria está en la inclusión y el trabajo en equipo.
El Pequeño Cottolengo de Rancagua sigue siendo un referente de inclusión en la región, y su participación en este tipo de eventos es una prueba más de que el deporte tiene el poder de transformar vidas y derribar barreras. Con cada partido, sus residentes continúan demostrando que, más allá de la competencia, el verdadero triunfo es la oportunidad de participar, integrarse y disfrutar de lo que el deporte puede ofrecer a todos.
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Fuente: Pequeño Cottolengo Rancagua
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