Siguiendo los ejemplos inspiradores de nuestro padre fundador que peregrinaba al final de cada año junto a sus estudiantes a un santuario mariano, las delegaciones del Pequeño Cottolengo de Rancagua, de Quintero y Santiago, sus escuelas especiales, y el programa Centro Esperanza (programa ambulatorio de atención de menores en situación de vulneración), sus residentes, colaboradores, educadores y religiosos, peregrinaron al hermoso Santuario de Nuestra Señora del Carmen de Los Andes, 80 km al norte de Santiago, para dar gracias a Dios por el año que termina, y ofrecer al Señor el trabajo y la entrega que día a día se viven en estas obras.
El Santuario es un lugar muy especial para la Iglesia chilena, un punto de encuentro para miles de fieles, y de una infinita riqueza espiritual de fe y amor a Dios para todos los católicos que peregrinan desde distintas ciudades del país. En dicho Santuario reposan los restos mortales de Santa Teresita de Los Andes, religiosa carmelita que es fuente de ejemplo e inspiración para muchos jóvenes que año a año caminan 28 kilómetros durante el mes de octubre.
Como hijos de Don Orione hemos peregrinado con mucha alegría al Santuario dedicado a Nuestra Señora del Carmen para orar y celebrar la santa misa. Porque, a pesar de las altas temperaturas del día, vivimos este lindo encuentro con gran entusiasmo y con la alegría de estar como familia de Don Orione a los pies de nuestra madre y de nuestra santa chilena.
Comentarios