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La mujer en los ojos de Don Orione: Vocación, Familia y Esperanza

  • Foto del escritor: donorionechile
    donorionechile
  • 9 mar
  • 3 Min. de lectura

Cada 8 de marzo, el mundo pone el foco en la mujer, sus luchas, derechos y reivindicaciones. En una sociedad que avanza a pasos agigantados en cuestiones de igualdad, la Iglesia también está llamada a reflexionar sobre el papel de la mujer, pero siempre desde la luz de la fe y la verdad del Evangelio. Don Orione, con su carisma y su sensibilidad social, abordó la cuestión femenina en distintos momentos, dejando un legado de amor y respeto por la mujer en su dimensión cristiana, familiar y social.


En un escrito de los años veinte, Don Orione analizó el feminismo católico como parte de la cuestión social. Observaba cómo la mujer, antes restringida a la vida familiar, comenzaba a ingresar en el mundo laboral y educativo, transformando el orden social. A pesar de reconocer el derecho de la mujer a desarrollar sus capacidades, advertía sobre el peligro de un feminismo que desarraigara a la mujer de su papel esencial en la familia. Consideraba que la crisis del matrimonio y el ataque a la indisolubilidad matrimonial traería consecuencias devastadoras para la sociedad. Para él, la regeneración moral del mundo solo podía lograrse a través de la familia cristiana, fortalecida en la fe y el amor.


En una carta de 1916, dirigida a una joven a punto de casarse, Don Orione describía la vocación de la mujer en el matrimonio como una llamada a la santidad. La esposa cristiana, decía, debe recordar la sacralidad de su estado, actuar con tranquilidad de ánimo y ser ejemplo de caridad y servicio. Le animaba a cultivar la piedad, la formación espiritual y la virtud, pues solo así podría fortalecer su hogar y su entorno. Destacaba la importancia de la resignación cristiana ante las dificultades y la necesidad de ser fuente de consuelo y esperanza para quienes la rodean.


En su última carta, escrita el mismo día de su muerte en 1940 a la condesa Ida Gallarati Scotti, Don Orione reflejaba su profunda preocupación por la vida espiritual de las mujeres. A pesar de sus propios sufrimientos, exhortaba a la condesa a mantener la fe y la esperanza, recordándole que la verdadera fortaleza de una mujer cristiana está en su confianza en Dios y en su compromiso con la fe. La animaba a no dejarse abatir por la tristeza, sino a ser luz y alegría en su hogar y en su entorno.


En tiempos de empoderamiento y reivindicaciones, la figura de la mujer sigue siendo central en la sociedad y en la Iglesia. Don Orione, desde su época, nos invita a reflexionar sobre la verdadera vocación femenina: una mujer que, sin renunciar a su inteligencia y capacidades, encuentra su mayor grandeza en el amor, la entrega y la fe. No se trata de una mirada reduccionista, sino de un llamado a vivir con plenitud la vocación a la que Dios ha llamado a cada una, sea en el matrimonio, en la vida consagrada o en el apostolado laical.


¿Qué nos puede dejar todo esto? A la luz de la enseñanza de Don Orione, recordemos que la dignidad de la mujer no radica en una lucha de poder, sino en su capacidad de amar, de construir y de reflejar el rostro de Cristo en el mundo. ¡Felicidades a todas las mujeres orionistas de Chile y el mundo!


Para leer los escritos completos ingresa a: Messagi Di Don Orione o al Registro Histórico de Prensa Orionista

 
 
 

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