Ayer día 13 de mayo de 2021 nos llegaba la triste noticia del fallecimiento de Margherita Pocorobba, una entrañable amiga y bienhechora de los orionistas en Los Ángeles. Muy amiga de todos los religiosos que por allí pasaron, de las hermanas de Don Orione - Pequeñas Misioneras de la Caridad – cuando estuvieron por allá durante tantos años y amiga especialmente de los pobres atendidos en nuestras casas.
Margherita Pocorroba Castiglione y la familia orionista de Los Ángeles han marchado juntos desde el año 1951, cuando los primeros sacerdotes de la Congregación llegaron a lo que era el convento de los Redentoristas, ella lo cuenta de esta manera "El 24 de octubre de 1951, llegaron a Los Ángeles dos sacerdotes, el P. Estanislao Kalinoski (polaco) y P. Juan Falappi (italiano) para tomar posesión del convento y santuario de Santa Filomena que habían quedado sin dueño. Los padres redentoristas habían entregado las llaves a los responsables de la "acción católica". En ese periodo vacante vivió en la propiedad un piadoso caballero como cuidador y atendiendo el santuario.
Los dos se desanimaron al ver los locales en ruinas y no sabían qué hacer. Supieron que al frente del santuario vivía un italiano, don Luis Carle Gianello con su señora María Morales, se presentaron y fueron bien acogidos. Esa misma tarde visitaron a la Sra. Giuseppa Castiglione y a su esposo Antonino Pocorobba. No tenían qué comer. En la propiedad estaban cortadas el agua y la luz y tuvieron que pedir dinero para reponerlas. Nos cuenta Margherita " Mi madre les enviaba los tallarines hechos en casa los domingos, a escondidas de mi padre, como también el pan..."
Durante todo este tiempo Margarita ha sido parte importante de nuestra comunidad, muchas de las actividades benéficas han sido canalizadas a través de ella y un selecto número de señoras.
Desde los primeros días -nos dice- su madre le dejo como herencia a los religiosos orionistas y ella cumplió con este encargo.... estuvo trabajando, siempre ad honorem, en los comedores infantiles con los niños que en ese tiempo tenían hambre. Después cuando empezó el hogar de ancianos se entregó por entero en esta actividad, dupla conocida fueron ella y el P. Matiolli y en especial con el P. Antonio Casarín, hasta hace poco… Y mientras su cuerpo lo permitió siguió encargándose de buscar donaciones para el hogar, hace 25 días recibió la santa unción y hace pocos días la absolución.
Dios le bendiga querida Sra. Margherita. Sabemos, por el Evangelio, que ni un vaso de agua fresca será olvidado en el Reino de los Cielos. De modo que ella será bien recibida por aquellos más vulnerables a quienes tan bien sirvió. Descanse en paz. Próxima la fiesta de Don Orione rogaremos a nuestro Santo su intercesión.
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