Comunidad orionista en Chile vivió Semana Santa con fervor, unidad y espíritu jubilar

Las cuatro comunidades orionistas presentes en Chile, Quintero, Santiago, Rancagua y Los Ángeles, vivieron con profunda fe y espíritu de familia la Semana Santa 2025, sumándose al caminar de toda la Iglesia hacia el Jubileo del próximo año. Fue una semana marcada por la oración, el servicio y la participación activa de parroquias, colegios y familias que forman parte de la obra de Don Orione.

La celebración comenzó el Domingo de Ramos, con procesiones y Eucaristías en cada una de las comunidades parroquiales, recordando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y dando inicio a los misterios centrales de la fe cristiana. En los días siguientes, los colegios orionistas se hicieron parte del camino pascual a través de diversas actividades pastorales dirigidas a estudiantes y docentes, especialmente durante el Lunes y Martes Santo, generando espacios de reflexión, recogimiento y encuentro con el Señor.

El Miércoles Santo, algunas comunidades participaron de la tradicional Misa Crismal en sus respectivas diócesis, donde se bendicen los óleos y los sacerdotes renuevan sus promesas, reafirmando la comunión con sus obispos y con toda la Iglesia.

Ya en el Triduo Pascual, el Jueves Santo fue vivido con especial profundidad, conmemorando la institución de la Eucaristía y el mandamiento del amor a través de la emotiva ceremonia del Lavatorio de los Pies, seguida por la adoración al Santísimo. En muchas de las comunidades, también se realizó el Vía Crucis con amplia participación de fieles, jóvenes y agentes pastorales, acompañando espiritualmente a Cristo en su camino hacia la cruz.

El Sábado Santo se vivió en un clima de silencio y esperanza, siguiendo el ejemplo de la Virgen María, que permanece en fe en medio del dolor. Este espíritu culminó con la celebración de la Vigilia Pascual, madre de todas las liturgias, y el Domingo de Resurrección, donde cada comunidad celebró con alegría y gratitud el triunfo de la vida sobre la muerte.

A lo largo de toda la semana, el horizonte del Jubileo 2025 estuvo presente como un llamado a renovar la fe, fortalecer la esperanza y vivir la caridad al estilo de Don Orione, quien nos enseñó que “solo la caridad salvará al mundo”.

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