El viernes 15 de noviembre, en una jornada histórica para la región y el país, Pequeño Cottolengo Rancagua celebró la primera certificación de 10 de sus residentes como recicladores base, consolidando un importante avance en la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual severa y profunda.
Los residentes completaron con éxito el proceso de evaluación de competencias laborales, en el marco del programa de recicladores base, impulsado por el Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales ChileValora, con el respaldo del Centro de Evaluación y Certificación de Competencias Laborales Bureau Veritas.
Este logro no solo valida las habilidades y competencias adquiridas por los participantes, sino que también destaca su valiosa contribución al cuidado del medio ambiente y al desarrollo sostenible a través de su labor en la gestión de residuos. De esta manera, Pequeño Cottolengo Rancagua se convierte en un referente nacional en la inclusión laboral de personas con discapacidad, marcando un hito pionero en la integración laboral de este grupo en el sector del reciclaje.
El Programa de Recicladores Base: Inclusión y Sostenibilidad al Servicio de la Comunidad
El Programa de Recicladores Base del Pequeño Cottolengo Rancagua busca fortalecer el trabajo de reciclaje en la comunidad, promoviendo la inclusión social, laboral y el cuidado del medio ambiente. A través de este programa, los residentes no solo adquieren herramientas para la inserción laboral, sino que también participan activamente en tareas clave para la gestión de residuos: recolectando, separando y comercializando materiales reciclables. Esta valiosa labor genera ingresos que se destinan a empresas recuperadoras, intermediarios y centros de reciclaje, fomentando la economía circular y contribuyendo a la reducción del impacto ambiental.
Claudia Vega, Directora Ejecutiva de Pequeño Cottolengo Rancagua, expresó con orgullo: “Hoy celebramos un gran avance en la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual severa y profunda. Esta certificación valida las competencias de nuestros residentes y abre nuevas puertas a oportunidades que les permiten vivir de manera más digna y plena. Nos llena de orgullo ser pioneros en este esfuerzo y visibilizar que todos, sin importar las dificultades, podemos aportar de manera significativa a la sociedad”.
Un Trabajo Conjunto para un Futuro Más Inclusivo y Sostenible
Este evento destacó el impacto positivo del trabajo colaborativo entre instituciones públicas, privadas y sociales, que contribuyen a la creación de oportunidades laborales reales para personas en situación de discapacidad. Además, subraya la importancia de avanzar hacia una sociedad más inclusiva, sostenible y equitativa, donde cada individuo tenga acceso a oportunidades para desarrollarse y contribuir al bienestar colectivo.
La certificación de los recicladores base no solo reconoce sus habilidades, sino que también refuerza el compromiso de la región y el país por avanzar en inclusión, equidad y sostenibilidad. Los residentes certificados desempeñan un papel crucial en la economía circular y en la mejora de la gestión de residuos, ayudando a reducir el impacto ambiental mientras generan ingresos y desarrollan nuevas oportunidades de trabajo.
Un Compromiso con la Inclusión y la Justicia Social
Con esta iniciativa, Pequeño Cottolengo Rancagua reafirma su compromiso con la inclusión, la equidad y la justicia social. Este hito no solo celebra los logros de los recicladores base, sino que también es un llamado a seguir trabajando por una sociedad más justa para todos, donde las personas con discapacidad puedan integrarse plenamente al ámbito laboral y contribuir al progreso de la comunidad.
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