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Asamblea de la Delegación Nuestra Señora del Carmen se proyecta hacia el futuro de la Obra en Chile y el mundo

  • Foto del escritor: donorionechile
    donorionechile
  • 8 may
  • 2 Min. de lectura

Durante la última semana de abril se llevó a cabo la Asamblea de la Delegación Nuestra Señora del Carmen, un encuentro clave en la preparación para la próxima Asamblea General de revisión del Capítulo, que se realizará en Buenos Aires. Esta instancia, que tiene lugar cada tres años, reunió durante tres días a religiosos de las cuatro comunidades orionistas de Chile en la Casa San Francisco Javier, en Ñuñoa, en un ambiente de oración, trabajo colaborativo y vida fraterna.


La jornada inicial comenzó con una charla del sociólogo Jorge Blake, quien ofreció una reflexión profunda sobre la realidad actual de los jóvenes, sus desafíos, necesidades y el modo en que la espiritualidad orionista puede acompañarlos y aportar a su crecimiento. Esta exposición sirvió como punto de partida para los trabajos grupales que se desarrollaron a lo largo de la asamblea.


Participaron también las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, miembros del Movimiento Laical Orionista (MLO), representantes del Colegio Don Orione y del Pequeño Cottolengo de Cerrillos, quienes, junto a los religiosos, compartieron espacios de reflexión sobre el presente y el futuro de la Familia Carismática Orionista en Chile.


Durante los tres días se llevaron a cabo diversas reuniones y dinámicas de trabajo, centradas en evaluar los avances logrados desde la última Asamblea Chilena tras el Capítulo General, identificar las principales dificultades que han surgido en el proceso, y proyectar acciones concretas que permitan revitalizar la misión de la Obra en los años venideros. A partir de esta evaluación, se generaron diagnósticos, resúmenes y propuestas que serán llevadas a la próxima Asamblea General.


Además del trabajo formal, la Asamblea incluyó momentos de oración, celebraciones litúrgicas, espacios de diálogo y actividades de integración que fortalecieron los vínculos entre las distintas ramas de la familia orionista. La vida fraterna fue un eje transversal, permitiendo que la reflexión se viviera también desde la cercanía y el compartir cotidiano.


Al cierre de la Asamblea, los hijos de la Divina Providencia valoraron profundamente el ambiente de comunión vivido y la claridad de los desafíos que se vislumbran a futuro. Con esperanza y sentido de responsabilidad, la Delegación Nuestra Señora del Carmen continúa su camino, fiel al carisma de San Luis Orione y abierta a los signos de los tiempos.


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