El Papa emérito, de 95 años, falleció este sábado, 31 de diciembre, a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano.
Como familia orionista tenemos una especial cercanía con la figura del Papa, pues desde el inicio de nuestra historia y siguiendo el ejemplo de Don Orione, hemos sido fieles y obedientes al Papa, sirviéndole y colaborando con sus propósitos y misión. Es por eso que la pascua del Papa emérito Benedicto XVI es para nosotros motivo de recogimiento y oración, pero al mismo tiempo de agradecimiento por su testimonio de trabajo humilde, de gran sabiduría y de entrega a la Iglesia y sus hijos. Nos unimos en oración por el descanso eterno del papa emérito Benedicto XVI y recordamos con amor todo el bien que hizo en la Iglesia y en el mundo.
Vatican News Benedicto XVI ha vuelto a la Casa del Padre. La Oficina de Prensa del Vaticano ha anunciado hace unos minutos que el fallecimiento se ha producido a las 9:34 horas, en la residencia del Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, que el Papa emérito, de 95 años, había elegido como residencia tras renunciar al ministerio petrino en 2013. “Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, se lee en la nota de prensa del Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, dada a conocer esta mañana. El deterioro de las condiciones Desde hacía ya varios días el estado de salud del Papa emérito había ido empeorando debido al avance de la edad, tal y como había informado la Oficina de Prensa actualizando la evolución de la situación. El propio Papa Francisco había querido compartir públicamente la noticia sobre el empeoramiento del estado de salud de su predecesor al final de la última audiencia general del año, el pasado 28 de diciembre, cuando invitó a rezar por el Papa emérito, "muy enfermo", para que el Señor le consuele y le sostenga "en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final". Y en todos los continentes se multiplicaron inmediatamente las iniciativas de oración con mensajes de solidaridad y cercanía también desde el mundo no eclesial.
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