Hace exactamente un año uno de nuestros sacerdotes, padre Ángel Cantarutti, partió al encuentro con el Señor.
El padre Ángel fue un sacerdote entregado a su labor, muy correcto y de un gran corazón. Permaneció en nuestro país por más de 60 años, llegando en diciembre de 1955. Sus primeros años los dedicó principalmente a la formación en el colegio de Santiago y en el Seminario. Fue además Superior viceprovincial por 6 años.
Una gran parte de su vida como sacerdote la dedicó a servir al prójimo desde la vida parroquial: una de sus grandes inquietudes fue siempre dar a conocer el Evangelio a los demás. Fue párroco en las 4 comunidades. Los últimos años estuvo en la comunidad de Rancagua, primero como párroco y luego como vicario.
En la madrugada del 5 de junio del año 2017, mientras descansaba, partió al encuentro del Señor, luego de un día normal de trabajo pastoral en la comunidad de Rancagua. Quienes le conocieron reconocen en él a un gran pastor, un sacerdote dedicado por completo a su vocación.
A un año de su partida la familia orionista tiene aun más presente en sus oraciones al querido padre Ángel.