Durante los meses de enero y febrero los residentes del Pequeño Cottolengo disfrutan de sus vacaciones como muchos de nosotros. Una parte de su tiempo lo viven en el mismo Hogar participando en los talleres que durante el año han motivado el desarrollo de sus capacidades y la interacción entre ellos, y otra parte la viven en la playa, en el sector de El Tabito.
A comienzos de enero un grupo de voluntarios de Santiago y Los Ángeles acompañó a los residentes del Pequeño Cottolengo de Cerrillos en sus actividades dentro del mismo Hogar, participando con ellos en los talleres Naturalizar, trabajando la tierra, en Batucada, y en los talleres que se desarrollan en la piscina de la institución.
Durante estas últimas semanas el voluntariado continúa en el Tabo, para acompañar a los residentes que viven sus vacaciones en la playa: esta semana fue el turno de San Luis y San Antonio y desde el miércoles del Carmen. Hoy un grupo de voluntarios comenzará su proceso para acompañar y compartir los días con los jóvenes y adultos de estos hogares.
Durante este tiempo especial, que los residentes del Pequeño Cottolengo esperan con ansias durante el año, ellos pueden desconectarse de la rutina que realizan normalmente y disfrutar junto a sus compañeros de hogar, colaboradores y voluntarios, de los paseos a la orilla de la playa o al centro de la ciudad, de los juegos y del mar.
Unas merecidas vacaciones para nuestros hermanos del Pequeño Cottolengo que con su constante alegría y espíritu juvenil nos enseñan a disfrutar de los momentos que nos regala Dios para compartir con nuestros seres queridos especialmente en vacaciones.